miércoles, 1 de febrero de 2017

En la entrada

Cada año el mismo ritual. Cuando se acerca la fecha, alguien de la familia cae en la cuenta. Entonces empiezan los preparativos. Comprobar en que días exactos caerá el evento, reservar esos días en la agenda y combinar el atuendo entre los distintos miembros que sí asistirán. Luego algunas lecturas para contextualizar el evento, algunas para profundizar en él, todo ello acompañado de una pequeña libreta en la que tomar apuntes. Una reunión familiar para coordinar los apuntes, un par de discusiones para fijar las ideas de todos y decidir a que eventos atenderá cada uno, algunas veces por separado, otras en conjunto.

Finalmente llegó la semana del evento. Tras unos minutos de espera la cola empieza a moverse, apenas hay cruces de miradas entre los espectadores, un ambiente frío como si sólo hubiese élite y críticos. Una vez sentados en las respectivas butacas empieza el espectáculo.

Sale una mujer oriental en pantalla, fumando un cigarrillo, me levanto, salgo de la sala y me fumo un cigarrillo.

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